EXPOSICIÓN

 



SEPTIEMBRE





El Curador Camilo Chico Triana, habla sobre la obra de Ana Mosseri y su Exposición "perenne", la cual estará en la sala de arte del Centro Colombo Americano de Bucaramanga hasta el 4 de octubre y hace parte del Circuito 3 de Salas Abiertas y Visitarte 2024.  Aquí conoceremos algunos detalles en el proceso de creación que la artista tuvo en este proyecto.


AGOSTO


La talentosa artista Ana Mosseri, invita a explorar su trabajo y sentir la misma emoción que experimentó al verla en la sala de arte del Centro Colombo Americano de Bucaramanga. Esta exposición ofrece una fascinante exploración de la naturaleza a través de la mirada única de Ana sobre el magnolio, un árbol perennifolio que evoca serenidad y eternidad.




El diario Vanguardia visito la sala de arte del Centro Colombo Americano de Bucaramanga, la periodista Paola Esteban estuvo conversando con la talentosa artista Ana Mosserri, quien le comento la experiencia y el proyecto de investigación que tuvo durante dos años para realizar "perenne", obra que estuvo influenciada bajo la observación de un árbol el cual siempre mantuvo su follaje. 





La luz perenne

 

El concepto “tiempo” simplemente denota –o más bien plantea– una condición o estado o flujo –lo que sea– en el que el cambio ocurre. Sin tiempo, no hay cambio. Philip K. Dick

 

Detrás de un edificio, un árbol posa su existencia en medio de una grama diseñada para su compañía, no está sólo, a su alrededor conviven otros árboles que son visitados por las aves que buscan habitarlos en todo momento. Aquel árbol que parece un magnolio también es hogar de ardillas y es visitado por los humanos que no se percatan de su existencia, pues su unicidad hace parte de lo que entendemos como paisaje, aquel que en términos generales permanece inmóvil, pero que sutilmente cambia. Sobre sus formas se concentra la mirada de Ana Mosseri, quien ha decidido entablar un diálogo con él, pues le recuerda el entorno de su infancia rodeada de magnolios en aquel lugar que habitó en ese momento.

 

Cada día, en cada espacio de tiempo que puede, la artista emprende su recorrido hacia el árbol para preguntarle por sus cambios, algunas veces pocos, otras veces dramáticos, y para ello lo mira en distintos momentos del día cada vez que va. Con la suerte de que en la luz encuentra la esencia misma de la presencia del árbol, pues aunque se sabe que es el mismo árbol, la luz de la mañana lo lustra diferente a la de la tarde, y qué decir en la noche. En el transcurso de los días, las semanas y los meses, él le recuerda que la luz cambia al igual que su temperatura, lo que le obliga a cambiar, sus hojas a veces son verdes, pero ellas también se secan, se caen, cada tanto florece, cada tanto no tiene hojas.

 

Y es en aquellas apreciaciones de la luz sobre el entorno, que Mosseri incurre en una alta experimentación de medios, para tratar aquellas ideas del tiempo que se configuran alrededor del paisaje como aquello que aparentemente es perenne, continuo o eterno si se quisiera llegar a ello. Las herramientas de observación utilizadas aquí son la pintura, el video, el dibujo digital y la literatura, resaltando allí las diferentes relaciones que cada medio puede tener con la luz. Es así que mientras en el video la luz es capturada a través de dispositivos electrónicos, para luego ser transmitida por instrumentos eléctricos y magnéticos propios de la tecnología del siglo XX; en el dibujo digital la luz que emana la pantalla simula cualquier color posible, cuando realiza sus representaciones a través del iPad, invención de este siglo.

 

Sin embargo otros tiempos se generan por la comprensión de la luz explorados a través de la pintura y la literatura, en la primera, por su propia naturaleza líquida, la superposición de capas pictóricas sobre lo claro u oscuro, percepciones que se obtienen por la reflexión de la luz sobre la naturaleza de las superficies, nos denota los momentos del día en que ella mira el árbol, mientras que en la literatura la presencia de la luz suspendida del recuerdo (aquella perenne, inmóvil e inmortal), la motivan a imaginar “el árbol rosado”, que completa sus observaciones, llevando al espectador a concluir que aquello que permanece eterno es la luz, aquella que configura el paisaje y todo aquello que podemos ver.


Texto Curatorial
Camilo Chico Triana






El Centro Colombo Americano de Bucaramanga invita a la apertura de la Exposición “perenne” de la reconocida artista plástica, curadora y docente Ana Mosseri.


Fecha: Jueves 15 de agosto de 2024

Hora: 6:00 p.m.

Lugar: Sala de Arte del Centro Colombo Americano de Bucaramanga


Exposición "perenne"

 

La idea de "perenne" nació de una serie previa titulada "Cerezos en Flor", en la que un árbol rosado llamó la atención de Ana Mosseri, frondoso y vibrante, su belleza le ofreció una excusa perfecta para pintar. Comenzó a realizar bocetos del árbol en su iPad, experimentando con los colores y las estaciones del año. Esta serie de esbozos incluyó representaciones tanto con hojas como sin ellas, y le llevó a un proceso de observación detallada del magnolio, el verdadero árbol en cuestión.

 

El magnolio, a diferencia de un cerezo, es perennifolio porque mantiene su follaje a lo largo de las estaciones. Esta característica inspiró a la artista a titular su obra "perenne", reflejando la idea de que, a pesar de los cambios estacionales, el árbol sigue manteniendo su presencia. Mosseri realizó una investigación minuciosa del magnolio en distintas estaciones: en invierno sin hojas, en primavera con flores rosadas, en verano verde, y en otoño con tonalidades que varían desde el amarillo hasta el rojo. Esto le permitió combinar elementos de la naturaleza con su interpretación personal sobre cómo los árboles cambian y permanecen al mismo tiempo.

 

La creación de "perenne" tomó aproximadamente dos años. Este período incluyó la etapa inicial de contemplación del árbol, el descubrimiento de que no era un cerezo sino un magnolio, y la transición desde una serie de cerezos en primavera a enfocarse únicamente en el magnolio.

 

Ana, inicia su proceso creativo con dibujos digitales en iPad, que luego transfiere a pinturas en óleo. La preparación de las superficies es fundamental, ya que cada lienzo — ya sea de lino, algodón o con diferentes tipos de yeso — afecta la forma en que el color se comporta y se percibe. La aplicación del color sigue un enfoque específico: se parte de un color base que refleja el árbol en cuestión y se añaden capas para crear vibraciones y contrastes que enriquecen la obra.

 

En este proyecto, el paisaje sigue siendo el protagonista central, reafirmando la constante en la obra de Ana Mosseri. La exposición se enfoca en la naturaleza, con un énfasis particular en los árboles y paisajes, manteniendo la línea temática que ha caracterizado su trabajo en años anteriores.

 

La muestra incluye una serie de dibujos digitales y ampliados en medio pliego, así como pinturas en óleo con dimensiones de 120 por 150 cm. En total, esta obra presenta siete piezas en óleo y entre doce y catorce dibujos. Además, contiene un cuento infantil ilustrado con las imágenes de iPad, donde se evidencia cómo fue esa observación, lo que añade una dimensión narrativa a la exposición. La artista lo expresa de esta manera: “Yo repito un poco el proceso de una expresión que hice donde trabajé con el curador Camilo Chico también en La Casita que se llamaba Disco de Newton y que es todo un estudio de la teoría del color que también había realizado cuando fui profesora de pintura”.

 

La aplicación del color en esta exposición se caracteriza por la preparación meticulosa de las superficies: se utilizan lienzos de lino y algodón, así como yesos de diferentes colores (transparente, negro y blanco). Esta perspectiva permite que el color se comporte de manera única en cada superficie, creando efectos de vibración que enriquecen la percepción de la obra.

 

Dentro del proceso de creación lo que más tiempo le tomó a Ana Mosseri fue la pintura, procedimiento que considera particularmente largo y meticuloso. Destaca que la pintura exige un compromiso profundo, donde cada etapa demanda tiempo y dedicación, lo que hace que el trabajo final sea un reflejo de un extenso desarrollo creativo.

 

En relación a cómo inició su vínculo con la pintura fue tras regresar de la universidad, en una etapa en la que, según confiesa, estaba decidida a no seguir ese camino. Sin embargo, su fascinación por una clase de grabado la llevó a pedirle a su madre, la renombrada Ana Mercedes Hoyos, que le enseñara a pintar. El legado de Hoyos, quien siempre estuvo rodeada de arte, influyó profundamente en Mosseri, llevándola a sucumbir a la pasión por la pintura que había estado latente en ella.

 

En cuanto a sus referentes artísticos, menciona a David Hockney, Alex Katz y los pintores de la escuela del Hudson como influencias significativas en su obra. Estos artistas, conocidos por su enfoque en el paisaje realista, han dejado una marca en su trabajo. A pesar de que la pintura ha sido considerada por algunos como un género en declive, Ana siente que la pintura sigue siendo una forma de resistencia artística, con un grupo de artistas que persiste en su práctica a pesar de las tendencias cambiantes.

 

La exploración del dibujo digital por parte de Ana surgió cuando le pidió a sus hijas que le enseñaran a utilizar el iPad, ya que descubrió que artistas como David Hockney ya utilizaban esta tecnología. Este nuevo medio le ha permitido replicar la efectividad de sus bocetos en gouache y acuarela, pero con una mayor eficiencia, facilitando su evolución creativa y expandiendo sus herramientas artísticas.

 

Ana Mosseri se define a sí misma como pintora, una elección que refleja su perspectiva particular sobre el arte. Para ella, la distinción radica en la diferencia fundamental entre los pintores y los artistas conceptuales. Mientras que estos últimos suelen buscar justificar su trabajo a través de discursos políticos o contextos vigentes. Los pintores, se dedican a observar y representar la realidad tal como la perciben. En su visión, la pintura se basa en el uso del color y los pigmentos pictóricos para expresar la realidad, sin la necesidad de contextualizaciones externas.

 

En cuanto a su trayectoria expositiva, ha mostrado su trabajo en diversas galerías de Bogotá, tanto en exposiciones colectivas como individuales. Ha participado en espacios reconocidos como la Galería El Museo, la Galería Mesón y la Galería Nueveochenta. Además, ha realizado una exposición institucional en La Casita y ha presentado su obra en la Galería Nora Jaime en Cartagena.

 

Ana explica acerca de los libros infantiles: “Los libros infantiles son como los catálogos de algunas exposiciones, y me encanta escribir un cuento para justificar las ilustraciones”.  Desde pequeña tuvo el gusto por la tira cómica, del cual dice ser fanática de Peanuts (también conocida como Snoopy, Rabanitos, Charlie Brown o Carlitos), y manifiesta poder haber materializado ese sueño.

 

En cuanto a la influencia del trabajo de su madre, Ana Mercedes Hoyos, Mosseri reconoce que, aunque su estilo es distintivo, ha habido una influencia palpable en su enfoque hacia el paisaje. A través de su trabajo en la catalogación y análisis del legado de Hoyos, ha observado un interés compartido en el paisaje, particularmente desde una perspectiva pop. Elementos como el verde y las montañas, que eran prominentes en los trabajos tempranos de Hoyos, han dejado una huella en la obra de la artista, aunque interpretada a través de su propio lente artístico.

 

Ana Mosseri: Trayectoria 

 


Nacida en Bogotá en el año de 1969, hija de la célebre y ya fallecida pintora, escultora y representante del arte abstracto y figurativo Ana Mercedes Hoyos y el arquitecto Jacques Mosseri.

 

Su tránsito artístico se extiende por más de 30 años, es conocida por su profundo compromiso con el arte y la educación. Además de su destacado recorrido artístico ha desempeñado un papel fundamental en la gestión y producción de obras de arte, así como en la edición de libros especializados en la materia.

 

Gestora del taller de grabado y serigrafía 25C, un espacio fundamental para el desarrollo del arte gráfico contemporáneo. Su formación académica incluye estudios en Historia del Arte y Literatura en la Fundación Ortega y Gasset en Toledo, España; realizó cursos de historia del arte, filosofía y antropología y estudió la carrera de Filosofía y Bellas Artes en la Universidad de Los Andes en Bogotá. Además, obtuvo un BBA en Mercadeo de Diseño de Parsons School of Design en Nueva York, en 1996, y también fue docente de pintura en la Universidad de Los Andes. Esta rica combinación de conocimientos y experiencia se refleja en su trabajo artístico, que profundiza en la permanencia y la transitoriedad en la experiencia humana y artística.


Juan Carlos Sánchez Pérez

Prensa CCAB



JUNIO








Augusto Ernesto Vidal Mantilla, pintor y artista autodidacta nacido en Bucaramanga el 17 de mayo de 1950, ha dedicado más de medio siglo a exhibir su talento innato. Con más de 50 años de experiencia, ha cautivado a audiencias con 20 exposiciones individuales, la mayoría de ellas en su ciudad natal. Además, ha participado en 104 exposiciones colectivas en diversas localidades del Departamento de Santander, así como en Bogotá D.C., Norte de Santander, Ibagué, Cali y Santa Clara (Cuba).

A lo largo de su trayectoria, ha compartido su conocimiento a través de la enseñanza en 5 Talleres de pintura y arte ecológico, entre otros. Su destacado trabajo ha sido reconocido en 12 ocasiones, siendo el más reciente en 2023 por su contribución a la Imagen Oficial del 40 Festival Internacional de Piano UIS en Bucaramanga.


El estilo de Augusto es un universo único creado por él mismo. Su arte es un diálogo íntimo entre el trazo, los materiales y la composición, revelando atmósferas que son genuinamente suyas. Es un reflejo auténtico de su visión del mundo, una expresión personal que lo distingue y lo identifica.


Augusto Vidal no solo pinta, sino que interpreta el mundo a través de su propio lenguaje artístico, ofreciendo una perspectiva particular de la realidad que lo rodea.


Juan Carlos Sánchez Pérez

Prensa CCAB



MAYO








"entorno" una obra donde los espacios cobran vida, en las calles de la ciudad. Augusto Vidal con sus trazos nos cuenta historias de aquellos personajes que las habitan y que para muchos pueden llegar a ser invisibles, para el maestro Vidal no. En ellos ve la luz y la sombra apartado de una percepción religiosa.




El Centro Colombo Americano de Bucaramanga, da apertura a la exposición “entorno” del maestro Augusto Vidal, un artista cuya obra representa la esencia misma de los entornos urbanos. “su taller es más que un lugar físico; es el epicentro donde convergen todas sus experiencias, aprendizajes y aspiraciones, dando vida a su arte”. Este nuevo proyecto, surge como la culminación de años de exploración en las calles, buscando capturar la esencia de los entornos invisibles y cotidianos.



Estará disponible desde el 9 de mayo, con apertura a las 6:00 de la tarde, hasta el 12 de julio de 2024, en el horario de 8:00 am a 12:00 m y de 2:00 pm a 7:00 pm de lunes a viernes y los sábados de 8:00 a 12:00 m.




FEBRERO 

Es la primera exposición del año, compila obras de renombrados maestros y artistas locales y nacionales que, a lo largo de estas décadas, han contribuido generosamente con parte de su legado durante su participación en la sala de exposiciones. Está disponible desde el 15 de febrero hasta el 15 de abril de 2024, en el horario de 8:00 am a 12:00 m y de 2:00 pm a 7:00 pm de lunes a viernes y los sábados de 8:00 a 12:00 m.

La exposición presenta una colección curada meticulosamente que incluye 105 obras, ofreciendo un recorrido desde 1997 hasta el presente. Los visitantes tendrán la oportunidad única de sumergirse en una variedad de estilos como: pintura, dibujo, fotografía, grabado, escultura, acuarela, objeto intervenido, impresión digital, cerámica y collage. Técnicas y temáticas que reflejan tanto la diversidad del talento artístico como los cambios culturales y sociales que han influido en el arte contemporáneo.


Diseño Angélica Villamizar




LOS ARTISTAS HABLAN


Tatiana Restrepo

En el 2017, la artista española, realiza un homenaje a su padre el artista Elkin Restrepo, en la Sala de Arte del CCAB, con su exposición "Raíces". Las mujeres gatas "con garra y con garras" de su conocida muestra "Las mininas",  la cual es una serie pictórica, que según la autora "demuestra que del blanco al negro hay una infinita gama de colores, como infinitas las sensaciones que produce la experiencia de mirar un cuadro". La artista pretende hacer un viaje al pasado y sus sentimientos desde la nostalgia y la angustia a la más pura felicidad.


Link en Facebook: https://www.facebook.com/reel/606910618305293


Milton Afanador

Maestro en Bellas Artes de la Universidad Industrial de Santander, artista visual y performance, hace parte de la colección con dos obras.  Un trabajo fotográfico de más de 10 años y una pintura de seis años.



Link de Facebook: https://www.facebook.com/reel/1406340679975466



 




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